Incertidumbre crónica

Incertidumbre crónica

Seguimos con un aluvión de noticas negativas que son ensordecedoras para nuestros oídos.  A menudo no nos permiten ver la magnitud de dicha información. Estas llegan del sector económico, político, del ámbito social… pero con frecuencia tienen un impacto dispar que percibimos como amenazas latentes. Es cierto que no consideramos que sean un peligro inminente, ya que nos hemos acostumbrado a vivir en una incertidumbre crónica repleta de amenazas y riesgos que vamos lidiando día a día.

Los altavoces que llegan en estos momentos suenan más a riesgo que a amenaza.

¿Por qué ahora? Porque el impacto de la crisis energética, crisis logística, e inflación impacta a todos los sectores en general. La crisis energética, no solo es un problema doméstico de facturas impagables para una parte importante de la población, ni de los transportistas que han de pagar para salir a trabajar, también tenemos un impacto directo en la producción de cualquier sector económico. Por lo tanto, ya estamos viendo incrementos de costes generalizados. Estos incrementos conllevan mayor inflación, y los salarios están descompensados frente a esta situación.

¿Cuál es el efecto inmediato en el sector inmobiliario? un incremento de coste. Con la subida del hierro, aluminio, hormigón, madera, y en estos últimos quince días del pladur, los costes no pueden ser asumidos. En consecuencia, algunas promociones ajustarán los márgenes y otras retrasarán su inicio a la espera de mejores momentos.

Y llega la última pregunta: ¿Los incrementos de costes han venido para quedarse o es una situación coyuntural? La respuesta a esta pregunta depende de tantos elementos exógenos al sector que no sabemos responderla. Volvemos a estar en momentos de toma de decisiones firmes y pensadas, pero con la incertidumbre de lo que venga por delante.