Parece que la nueva de Ley de Vivienda en España, puede ver luz verde en breve. Con el acuerdo alcanzado por el gobierno con ERC y Bildu, el final del camino recorrido por esta ley empieza a ver el final.
Pero ¿cuáles son los cambios sustanciales de esta ley? ¿Cómo van a afectar? Podemos reducirlos a los siguientes puntos principales:
– El índice para el incremento de los precios de alquiler dejará de ser el IPC, pasando a indexarse con un tope del 2% durante el 2023 y 2024. Posteriormente se creará un índice de alquiler que regirá los posibles incrementos.
– El Gran Tenedor de vivienda pasará a ser aquel que disponga de 5 viviendas en zonas tensionadas.
– El gasto de gestión inmobiliario por cerrar el alquiler de una vivienda será asumido por el propietario.
– Las reservas en suelo para vivienda protegida suben del 30% actual al 40%.
– Se prohibirán desahucios sin fecha y hora, y las distintas comunidades podrán articular mecanismos propios de mediación y alternativas habitacionales.
Con estas expectativas, la nueva ley ataca el último tramo en el parlamento para su aprobación. El siguiente paso será ver qué ocurre con la aplicación de esta ley en las distintas comunidades que tienen las competencias de la vivienda delegadas.
Viendo el escenario que se acerca y la situación de presión inmobiliaria en las grandes ciudades, la percepción personal es que, seguiremos generando mercados con poca oferta y por la tanto el problema de la vivienda se seguirá endureciendo por la disminución de dicha oferta.