Renovation wave

Esta semana ha sido noticia el cierre algunas centrales de carbón en España. Siete de las quince plantas que todavía quedaban abiertas fueron desconectadas el pasado 27 de junio. Por otra parte, el 70% de las persones vivimos en edificios plurifamiliares con necesidad de actuaciones de adecuación a los nuevos requisitos de sostenibilidad. Además, estamos inmersos en un proceso de descarbonización global que marca unos objetivos locales muy claros para obtener la neutralidad climática en el 2050. Es evidente que el mapa energético está cambiando y requiere actuaciones significativas. Por lo que mejorar el parque de viviendas de nueva creación, así como los hogares ya construidos, para adaptarnos a los nuevos requerimientos es una prioridad que debemos atender.

Este proceso nace ya hace unos cuantos años. Al respecto han ido surgiendo nuevos marcos normativos que buscan construir viviendas más sostenibles. Ya en su momento el “Green Deal” facilito el consenso de un acuerdo global respecto al medio ambiente. Desde entonces se han celebrado muchos encuentros y sesiones de trabajo para encontrar acuerdos que ayuden a avanzar hacia entornos más eficientes y sostenibles. Esto genera una ola imparable donde las instituciones y las organizaciones privadas están surfeando para adaptarse a las necesidades del momento.

Como resultado se han diseñado programas europeos con fondos destinados a la investigación e implantación de nuevos sistemas para el desarrollo de viviendas sostenibles. También hay entidades financieras que priorizan con algunos productos el desarrollo de vivienda sostenible. Por ejemplo, entidades como Triodos Bank, Santander o Bankia están formalizando las denominadas hipotecas verdes que favorecen aquellas promociones diseñadas con criterios de sostenibilidad.

Atendiendo a estas consideraciones anteriores el sector de la vivienda deberá realizar un doble esfuerzo. Por una parte, las viviendas de nueva construcción deberán adaptarse a una normativa cada vez más exigente. Como resultado deberá asumir un incremento de costes de ejecución. Por otro lado, los organismos públicos deberán favorecer la rehabilitación de los edificios ya existentes, para que las comunidades puedan adaptarse a los nuevos requerimientos. Además, en este último caso las comunidades de propietarios deberán unir esfuerzos y voluntades para consensuar los proyectos de rehabilitación necesarios.

El avance de la sostenibilidad en las viviendas requiere un esfuerzo económico y técnico de todas las partes, tanto la pública como la privada, asumiendo cada una de ellas el compromiso necesario para poder actualizar y mejorar los espacios donde vivimos.