El alquiler en grandes capitales

Las cifras a menudo son frías, pero también nos ayudan a conocer la realidad. Saliendo del COVID el acceso a un alquiler asequible en las grandes capitales se ha complicado. En España el porcentaje de personas en régimen de alquiler está en el 18%, en Alemania el 48% y en Austria el 39%. Si miramos la media europea es del 30%. Por otro lado, si cruzamos los datos de los precios de alquiler respecto a los ingresos por unidades de convivencia, nos devela que de los 3,1 millones de hogares que hay en España, en los próximos meses, 1,8 millones tendrá problemas de pago. Este efecto es la consecuencia directa del incremento de la ratio de esfuerzo por encima del 30%. Este porcentaje es considerado el límite para poder hacer frente al pago del alquiler por parte de los inquilinos.

Nos encontramos frente a un escenario donde la falta de oferta no permite ajustar los precios de alquiler. Por otro lado, las previsiones económicas para el 2020 apuntan una caída del 13% del PIB. Como referencia en el año 2013 y después de cinco años de crisis la caída acumulada era del 8%. Todo este impacto económico repercutirá directamente en el desempleo. Esto llevará a la dificultad para acceder a la vivienda en los próximos años en las grandes capitales. Este seguirá siendo uno de los problemas principales. La oferta no será suficiente y la producción de nuevas viviendas asequibles necesitan un periodo de maduración que no permite dar respuesta a esta situación.

Frente a estas dificultades se está avanzando en algunos frentes. Uno de ellos es dibujar una colaboración pública privado. Esto permitiría promover edificios destinados al alquiler en zonas donde la demanda lo requiera. Pero no está siendo fácil encajar los objetivos de esta colaboración. Por un lado, se quiere reducir el beneficio en la promoción de este tipo de vivienda. Por otro toda actividad económica necesita de los beneficios que haga sostenible su desarrollo. En esta línea la definición del marco de colaboración todavía no es muy esperanzador para pensar en nuevas promociones.

Otro frente de trabajo es la redacción de normativa que pretende facilitar una mayor oferta en el mercado del alquiler. Esta es la intención de la proposición de ley del alquiler presentado al parlamento de la Generalitat de Catalunya para su tramitación y aprobación. Este documento define las áreas de mercado de vivienda tensa, a demás de marcar el precio del alquiler referenciado al valor del contrato de alquiler anterior. En caso de no existir este valor, se referenciaría a un valor de alquiler de una vivienda similar en la zona de influencia. Esta normativa permite un margen del 5% sobre los valores comentados.

Dos líneas de trabajo con velocidades muy distintas. La gravedad de la realidad requiere mayor agilidad en la respuesta. Además, la regulación constante en materia de vivienda que se está aprobando genera un entorno de inseguridad jurídica que tampoco favorece ningún modelo de negocio posible. Es imprescindible disponer de un marco legal. Además, facilitaría poder planificar en materia de alquiler. La definición clara de un marco legal en la vivienda también ayudaría a generar distintos modelos de negocio. El primer paso es definir un marco legal claro y sostenible en el tiempo. Después será necesario definir modelos de negocio sostenible dentro de este marco. El reto que tenemos no es menor, porqué la necesidad de vivienda en las grandes ciudades seguirá incrementándose.