03 Nov Compartir ¿obligación o vocación?
No es fácil ser joven en España, al menos para una amplia mayoría de los menores de 30 años. La tasa de emancipación juvenil se encuentra actualmente en el 15,8%, el nivel más bajo desde 1999. Así, más de un millón de los jóvenes españoles entre 16 y 29 años están en paro y otros 3,1 millones son catalogados como inactivos. Además, la media de ingresos anuales de los que tienen la suerte de estar trabajando está por debajo de los 18.000 euros. Con estas cifras es difícil desarrollar un trayectoria personal y profesional, porque la falta de oportunidades es latente.
Si pensamos en el acceso a la vivienda en cualquiera de sus formas, la dificultad todavía es mayor. En el caso de la compra, la necesidad de un ahorro previo para poder adquirir una vivienda de hasta el 30% del valor de la vivienda, lo hace casi imposible. A menudo la ayuda de algún familiar puede llegar a facilitar esta opción. Pero la precariedad laboral de aquellos que disponen de trabajo, y la necesidad de garantías para la compra, vuelven a situar esta modalidad de acceso a la vivienda como una vía de alto riesgo para esta franja de edad.
Por otro lado, la opción del alquiler se enfrenta a una falta importante de oferta y a unos precios de alquiler que, para los más jóvenes, superan lo razonable. Podemos decir que lo razonable es destinar no más del 35% de los ingresos al pago de una vivienda, por lo tanto, si consideramos que una persona ingresa una media de 1.500 euros al mes, no podría destinar más de 525 euros para el pago del alquiler. Este valor no se acerca a los precios de alquileres de la vivienda en cualquiera de las grandes ciudades que están en primera y segunda corona de Barcelona.
Frente a este paradigma la alternativa que disponen determinadas franjas de edad es la de compartir vivienda. Aquellos que tienen la suerte de disponer de trabajo se pueden permitir, en algunas ocasiones, llegar a asumir de manera compartida el acceder a la vivienda. Fruto de esta realidad han ido apareciendo nuevos modelos de convivencia como puede ser los espacios CO (CO-living, COvivienda…). Estas opciones permiten vislumbrar alternativas viables de vivienda para determinadas generaciones.