Previsiones

Seguimos viviendo pendientes de previsiones, tipos de interés, costes… La necesidad de planificar, prever i coordinar nos obliga a tener que analizar qué va a pasar en los próximos meses.Difícil, y en los últimos años misión imposible.

Lo que sí que creo es que el problema de la vivienda se va a ir incrementando y en algunas localidades enquistándose.

Mirando el mapa actual de la vivienda, se confronta una tensión que va a perdurar entre la oferta y la demanda.

Hay distintos niveles en el mapa inmobiliario, empezando por la fragmentación de mercados que se produce por la presión demográfica en determinados núcleos urbanos, donde también se concentra las oportunidades y los servicios. Resumiendo, no todas las poblaciones funcionan ni funcionarán inmobiliariamente hablando.

Segundo elemento que tenemos es que la oferta se reduce por dos motivos principales, el de la falta de suelo, porque estamos en un territorio donde no se ha transformado el suelo desde hace muchos años. Y además los costes de construcción, junto a los costes legales y administrativos, eleva a un valor alto la producción de una vivienda. Conclusión, se va restringiendo la oferta.

La demanda se va debilitando, incluso alguna franja de edad está desapareciendo como demanda por la incertidumbre económica. Esto lleva a sueldos discordantes frente a los valores de compra de vivienda y además la previsión temporal de las nuevas generaciones por el mundo donde vivimos cada vez son más cortas. Por lo tanto, se reduce la demanda.

Sumando los dos últimos puntos, tenemos un último elemento, que la demanda y la oferta no coinciden en el lugar donde se producen. tenemos claro que se produce un desajuste entre las zonas donde se producen pocas viviendas, pero solo en zonas muy concretas, por lo que los precios de venta sufren una cierta tensión.

Resumiendo podemos decir que tendremos un mercado estable en líneas generales, con elevadas tensiones en zonas geográficas donde demanda y oferta no se encuentran, que es en las grandes capitales.