09 Abr Recuperación del territorio
Recientemente, en el informe del portal inmobiliario Fotocasa, se decía que, en la última década, el precio medio de los inmuebles ha subido un 29%. De esta manera, el precio de la vivienda está ya solo un 11% por debajo de 2009. El impacto de este crecimiento sigue agudizando el problema del acceso a la vivienda e incrementa el desequilibrio entre la oferta y la demanda.
La presión de la demanda sigue creciendo, pero también es cierto que, si analizamos el detalle de este dato global, vemos que hay municipios donde el precio de la vivienda no solo no ha crecido, sino que se ha reducido. Por lo tanto, la brecha de precios en función de la zona donde esta se encuentra se hace insostenible. Si de media ha subido el 29%, quiere decir que hay municipios donde el precio ha subido por encima de este valor y por lo tanto en otros ha caído. Seguimos potenciando el desplazamiento de la demanda a las grandes capitales, quedando despoblados otros municipios.
Frente a esto, en los últimos años los costes de obra se han incrementado un 30%, y este efecto no se ha sido territorialmente. La introducción de mayor regulación normativa, los incrementos de costes de obra y el incremento de la financiación de los proyectos, está provocando que en muchas zonas no sea viable el desarrollar vivienda, por tener los precios de ventas en retroceso.
Una consecuencia que se puede extraer es que los márgenes de las empresas del sector no han crecido en los últimos años, sino que se han ido ajustando. Debido al balance entre costes y precios de venta. El incremento del 29% se ha visto anulado por el crecimiento de los costes.
La conclusión es que hay cada vez menos municipios donde sea posible desarrollar proyectos nuevos. Por lo que seguiremos acrecentando la brecha entre los distintos municipios. Tendremos que poner medios para generar más actividad económica fuera de las grandes capitales. Esto acompañado de la mejora de las comunicaciones, podría facilitar redes socioeconómicas, para destensar gran parte del territorio. Es cierto que con esto no daremos solución a la distensión de las grandes capitales, pero facilitaremos nuevas oportunidades a muchos de los municipios donde hoy en día difícilmente las personas pueden vivir.