17 Mar La disrupción del coronavirus
En las últimas horas en Catalunya se han tramitado más de 600 expedientes de regulación temporal de empleo, incrementando en 3.000 las personas afectadas y situándose los números cerca de las 28.000. Las previsiones en el ámbito nacional marcan las cifras en 100.000 personas. Según palabras del secretario general de CC.OO, Unai Sordo, más de un millón de personas se van a ver afectadas por las circunstancias del momento. Sectores como la restauración, la automoción están parando maquinas. Por el contrario, otros como puede ser la construcción mantiene por el momento la actividad, a pesar de contar con severas restricciones.
Parada económica, redacción de reales decretos pendientes de conocer su aplicación, movilidad restringida en todos los ámbitos, y confinamiento de las personas en sus casas. Este es el escenario que actualmente se impone en todos los países. La llegada del coronavirus ha sido un impacto inesperado por su virulencia y velocidad de propagación.
Todos las recomendaciones y legislación que desde los organismos públicos se están imponiendo para evitar la propagación del virus, tienden a limitar la libertad de movilidad de circulación en vía pública, cierres de los establecimientos, suspensión de algunos trámites administrativos, no así el pago de las cotizaciones de la Seguridad Social, y dotar de una mayor capacidad de autoridad al Ministerio de Sanidad, para poder implantar cualquier medida urgente que el momento lo requiera. En esta misma línea las empresas privadas están aplicando planes de contingencia para poder adaptarse al momento que estamos viviendo.
En el sector de la vivienda, el gobierno recoge dentro del paquete de medidas urgentes extraordinarias del Real Decreto-ley 8/2020 del 17 de marzo, una moratoria del pago de las hipotecas para las familias vulnerables. Según palabras de Alejandra Jacinto abogada de la PAH: “Consideramos que la moratoria es insuficiente porque lo que supone es un aplazamiento por un mes del pago de la cuota hipotecaria”.
La Generalitat de Catalunya ya ha paralizado el cobro de los 20.000 alquileres que gestiona desde la Agencia de l’Habitatge de Catalunya. Otras medidas posibles, que ya se están implantando en otros países, sería la cancelación de pagos de los suministros de agua, luz, y gas, para poder reducir el impacto en las economías familiares de los hogares.
Es cierto que frente a la trascendencia del momento se están tomando medidas urgentes, en primer término, de carácter sanitario para poder frenar el avance del virus. Pero de manera paralela deberían implantarse medidas poco agradables, como pueda ser la cancelación de la carga financiera que las familias. De poco servirá el aplazamiento de pagos, cuando la previsión del incremento del índice de paro es hoy en día una realidad que llegará.
El mapa que tenemos delante es de perplejidad por el impacto recibido. Hasta hace pocas semanas los esfuerzos se centraban en adaptarse a la disrupción tecnológica en distintos frentes. La aparición de nuevas formas de disrupción, como puede ser el coronavirus, exigirá un esfuerzo mayor en la flexibilidad y colaboración para poder afrontar este reto. Ciertamente se abre un horizonte donde desconocemos cuales serán los escenarios que nos vamos a encontrar. Deberemos estar preparados para reiniciar la actividad de nuestros negocios con la máxima celeridad en el momento que la normalidad nos lo permita.